Mi acuerdo que en "The Dharma Bums" el escritor estado-unidense Jack Kerouac, al llegar casí a la cima de una montaña con su buen amigo, tuvo que para por miedo que tenía. Se preguntaba cómo bajar la inclinación que había subido con tanta fuerza apenas antes, no quería tropezar y caer sobre las rocas filosas que le impidieron el camino. De repente le pasa a toda velocidad su fiel compañero, bajando en linea recta a toda corrida, y era ahí que se dió cuenta de que la única manera de hacer una cosa así era arrancar y no parar.
Aunque la calle Independencia no parece para nada las montañas de los Rockies un poco así me sentí yo al arrancar; hay que ir, la única manera de comenzar es comenzar. Corrí, y lo que para mi fue mas importante era que no paré. Normalmente durante mis recorridos de la ciudad tengo la necesidad de hacer pequeñas pausas, recuperar el aire gastado y estirar mis piernas exhaustas, pero hoy me sentía liberado, con la ganas y la resistencia para continuar... Así que continué y para calcular la duración decidí contar las canciones de mi iPod y luego sumar los minutos.
Mi recorrido fue de Independencia hacia Puerto Madero, como siempre, pero al llegar a los diques sin necesitar recuperar fuerzas fui por el largo del agua hasta el Buque Bus. Animado por mi repentino aguante seguí hasta el Kavanagh, un viejo edificio de desamores, y bajé el largo de la calle San Martín hasta Plaza de Mayo, y de la Plaza principal hice las últimas cuadras hasta mi casa.
En total corrí por 48.27 minutos, o sea 12 canciones! Un milagro cuando considero que casí no había hecho cardio últimamente.
Bueno, terminé escuchando éste bello tema de Jeff Buckley y acá lo comparto: Lilac Wine - Jeff Buckley
"Just do it."